![]() He visto en varios sitios la acusación de que Asashoryu es inmaduro, sus problemas proceden de su juventud, es demasiado joven para mostrar el correcto hinkaku de un yokozuna, etc etc. Y empecé a pensar: el chaval ya no es un niño, tiene 27 años, está casado, tiene dos críos, tiene negocios. Si es demasiado joven e inmaduro, ¿cómo va a manejar todo eso? En esos casos, es un adulto con responsabilidades adultas, mientras que el sumo y la vida en una heya tienden a conservar a los rikishi como niños, independientemente de su edad y estatus. El sumo les alimenta, les proporciona un techo sobre sus cabezas, el oyakata y la okamisan son casi parientes a los que hay que pedir permiso para salir; los rikishi viven vidas muy protegidas. Pensad en el antiguo Tooyama. ¡Tiene 31 años pero está aprendiendo sobre facturas y compras! Estoy seguro de que Asa encuentra muy frustrante que como marido, padre y hombre de negocios tenga siempre que esperar a su shisho, los otros oyakata y la Kyokai en general. Y a pesar de que es parte de la vida del sumo desde una temprana edad, su frustración se incrementará según se va haciendo mayor y tiene una casa y una vida fuera de la heya y el sumo; irónicamente, como resultado de su éxito en el sumo. Debe sentirse como si tuviera que doblar su personalidad. Por supuesto, todos podemos jugar estos papeles en cierta medida, pero la lucha de Asa para equilibrarlos se está disputando ante los ojos del público, y es interesante que no parezca capaz de usar ninguna habilidad desarrollada fuera del sumo en su beneficio. En Japón, la jerarquía y la deferencia son parte de la cultura, hacia los padres, jefes, etc, así que la vida en la heya es sólo más de lo mismo para los luchadores japoneses. Aunque Asashoryu fue a la escuela en Japón, ya era un adolescente que venía de una cultura diferente y con su personalidad ya formada. Estas sugerencias pueden empezar a explicar porque Asa es como es, pero no explican por qué continúa comportándose de esa manera, siendo un adulto. La sociedad japonesa se basa en el lado público y privado: sé respetuoso y obediente en público y quéjate en privado. Asashoryu necesita trabajar más en estas habilidades más que en cambiar de personalidad. Esta semana hemos visto a los periodistas pinchándole, tratando de sacarle una reacción, y parece que funciona. Si era amable, contrito y filosófico con su situación, no había nada de lo que informar, y él podía arrojar cosas cuando se hubieran ido. Lo que Asashoryu necesita por Navidad en un asesor de relaciones públicas. Espero que todos tengais unas fiestas felices y sanas, esteis donde esteis. Yo estoy en Japón así que estaré trabajando en Navidad. Pensad en mi cuando esteis comiendo pavo y rompiendo galletas (¡de cualquier género!). ¡Y esperemos tener un mejor año 2008 en el maravilloso mundo del ozumo! Cas Todd Editor editor@sumofanmag.com |